Cañón del Colca, el espectáculo inaudito de Perú con aguas termales

Una gran vegetación abraza el cuarto cañón más profundo del mundo: el Cañón del Colca. Un escenario perfecto tanto para deportes extremos como para aquellos amantes del descanso. 

Con una profundidad de 4.160 metros y una longitud de unos 100 kilómetros, en este desfiladero peruano también se pueden encontrar aguas termales, lagos, cascadas, géiseres y hasta un oasis. 

El paisaje de la región es uno de los pocos del planeta caracterizado por la presencia de múltiples conos volcánicos, rodeado de corrientes de lava y aguas de deshielo. Asimismo, cuenta con bosques de piedra muy comunes en  las inmediaciones del Cañón del Colca.

Las rocas con formas únicas se presentan en el paisaje, formadas por explosiones volcánicas o bien a plegamientos fracturas o fallas, que han sido sometidas a fuertes acciones de intemperismo o erosión. En algunas de las grutas existen vestigios de culturas pasadas, restos humanos, objetos de metal, cerámica, fósiles, petroglifos.

La mejor forma de conocer el Colca es adentrarse en el cañón haciendo alguna de las rutas de trekking diseñadas para hacer noche en su interior. A lo largo de los distintos recorridos se pueden encontrar diferentes alojamientos en los que hacer noche con todas las comodidades, comer y beber. 

Una de las principales características del Valle del Colca es la presencia de aguas termales, con una disminución progresiva de la temperatura del agua, así como un cambio en su composición química, desde sulfurosas a carbonatadas. También es posible llegar a bañarse en termas naturales, cuyas temperaturas oscilan entre los 21 y 39 grados. 

Asimismo, en el valle también se pueden encontrar géiseres, debido a los focos volcánicos calientes. Asimismo hay lagos, lagunas y caídas de agua producto de embalses, deshielos o acciones del río Colca, que comienza en los Andes.